domingo, 13 de marzo de 2016

UNA LAGRIMA DOLOROSA QUE YA SANÓ Y HOY ES RECUERDO




Cuando crees y vives el cambio de uno de tus hermanos, se pierde aquel cómplice, aquella persona con la cual contaba para realizar aventuras que tus padres no aceptaban pero que tu hermana  guardaba. Caes en dolor, sufres por un tiempo, luego sana con los recuerdos y todo este sacrificio se debe al error de escoger un desconocido.

En ese momento no importa el mundo solo su familia, quieres arreglar las cosas para estar en armonía, disfrutando de la buenas cosas que la vida nos da, pero desafortunadamente ellos, prefieren a los demás que a los mismos seres. Somos nosotros los que estamos hay en cualquier calamidad, somos los rostros de felicidad ante la adversidad, pero no tienen presente que mañana los demás no estarán. Siempre somos y seremos los que hay están; todos los días conocemos personas así mismo sus mundos por ende nunca estarán permanente, son superficiales, hoy están, mañana no hay rastro de su existencia.

Exclamas a la realidad ¡Todo lo que uno realiza en la vida tiene un sentido previo! Llegas al límite, te cansas de esperar. Ver a las personas que ayudaron a dañar una relación profunda entre hermanos te da lo mismo que mirar la mesa de tu alcoba en cualquier lugar.

El dolor se desvanece con el tiempo, los comportamientos son nuevos, inventas tu presente y sonríes al verte brillar, la gente te admira, tus padres te adoran, tus hermanas dicen amarte y cuando estas cerca quieren matarte. Así es el vida, pero mientras tanto los demás siguen viviendo lo mismo y no renuncian al desastre ocasionado.  

Por lo tanto yo por mi lado con mis metas presentes. Hago como si nada hubiera pasado y sigo mi presente porque todo es perfecto si así lo creo. Mis padres son una razón para continuar con mi proyecto de vida, son la inspiración de creer en lo que quiero todos los días, en mi carrera, en mi profesión. 

Sé que todo es permanente, mi familia es eterna pues así lo cree todo el mundo pero cuando están cerca los unos de los otros, quieren desaparecer, porque le parece que todo es fastidioso. Mientras que los que nos rodea, ellos si son importantes, queremos saber si ya comieron, si están bien cuando los que merecemos estar en la mente de ellos somos nosotros y es cuando ni siquiera obtenemos un pensamiento iluso.

Quiero llamar a muchas amistades sueltas y al mismo tiempo hablar con el amor escondido no visto por meses. Escribir es un deseo que me arrolla cuando mi corazón se encuentra en color gris.

Seguimos caminando en busca de un futuro nuevo. Olvidas lo cometido, logras el objetivo propuesto y llenas de alegría los rostros de tus padres. Una satisfacción regalas a los que creyeron en ti. Luego de un tiempo descubres que los que siempres
Es duro vivir; sonreír, disfrutar de los placeres que te da la vida sin compartirlos del todo con  tu familia. Es un ser querido el que ya no está hoy. 

Tus miembros semejantes te piden que arreglen todo, yo no lo hago. Empiezan las cargas emocionales (yo, no cometí errores, no le ofreceré disculpas) te duele, pero prefieres morderte los labios y pasarte las palabras que arreglar todo.
Luego de un tiempo separadas, te das cuenta que es feo vivir así pero que es mejor estar lejos de cada uno, menos peleas, más unión.  Prefieres seguir con tu vida, disfrutar de tus padres, de la familia, la alegría diaria al levantarse y presenciar que están permanentes contigo.

Nada es como antes por un recorrido, luego que empiezan los vínculos relacionales, la mezcla familiar, las palabras vuelves a flotar, los amigos no valen nada esta vez, su familia brilla por encima de todo, exclama ¡Todo vuelve hacer lo mismo! Resaltan sonrisas de alegría, se volvieron arreglar. La felicidad vuelves a invadir esta familia.
Una lagrima dolorosa que ya sano y hoy es un recuerdo, así es todo, recuerdos, dolor y sonrisas.
Redacción: Génesis Patricia Soler Gelves

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