martes, 1 de diciembre de 2015

Ciudad Fría


Siempre puede haber un vacío para una pregunta que en su momento no tendrá transcendencia, no es que no se encuentre una respuesta, solo que ese instante no era tan importante como para corresponder al interrogante, así se expresaba una estudiante de cierta Universidad.

Yo, una adolescente  que vivía en un mundo pleno y sonriente. Buscó encontrar un ambiente diferente, huir del calor que desesperaba mí corazón, me estresaba con cualquier palabra al son del sol. No aguantaba más, quería otro ambiente, otro clima. Anhelo conocer nuevas personas, diferentes culturas, explorar de mí religión, atreverme ir más allá de mis fronteras mentales.

Cierto día, viajaba por Pamplona una ciudad mitrada, donde se respiraba el aire con otro sabor, la naturaleza de otro perfil, el clima, raro, en todo el sentido de la palabra. Las comidas a un precio especial, los tragos ni hablar, todo hacia parte de un solo paquete. 

Con el pasar del tiempo me doy cuenta que mi destino esta en aquel municipio amplio y sencillo, una razón, un familiar. Una persona con quien disfrutaría mis logros, una palabra de aliento por aquel ser maravilloso y esa sonrisa que intercambiaría mientras caminaba por el silencio de mi espacio.
Es un paisaje rodeado de colores brillantes, alejado de la realidad frustrante, pienso en el futuro como en mi realidad. 

Años más tarde, decido renovar mi entorno social, volviéndome residente en aquella localidad. Me fui dando cuenta que las especulaciones de mi anterior grupo de amigos no eran ciertas con respeto a los estudios académicos, los estudiantes de la ciudad fría eran más sociables y más enfocados a sus materias. Los docentes más exigentes, más profundos.  Un cambio total.
En las calles de la ciudad fría, se cree que nadie se conoce, pero “detrás de tu espalda conocen tus pantalones”, los pamploneses no se cuestionan, pues sus problemas y diferencias cada quien los soluciona.  Son dueños de su sueños y cada quien lucha por lo que quiere, encontrando un destino en el que se desenvuelve.

Entonces me detengo y me entretengo detallando al mundo que va y viene de una ciudad fría, donde me doy cuenta que es un área libre, es un pueblo acogedor de jóvenes capaces de adaptarse a nuevas costumbres, del cual, uno es voluntario de crear historias y escoger los protagonistas de la misma. Porque existe diversidad de eventos culturales, como en los museos que enseñan más apropiación residencial;  en el parque los jóvenes demuestran su arte, su pasión, su talento. En las canchas deportivas muestra lo que es capaz de ganar.
Meses después me doy cuenta  que a mi hermana no lo importo, tal vez,  en las decisiones mal tomadas porque en las buenas ella nunca está. Era un espejismo pintado por mi terquedad, triste mundo y buena realidad.
El destino invadió mi espacio, una ciudad fría me acogió. Pamplona tiene su encanto, lugares maravillosos para los turistas que irán de pasó, bares que ahogan las penas y derrotan  llantos, son espacios perfectos para pasar un buen rato. En las mañana al igual que en las noches ni hay mejor merienda que un queso derretido por el calor de una aguapanela.

Pamplona tiene ese toque que me gustaba cuando era pequeña, el sueño de ser nortesantandereana y andar envuelta en una ruana se me cumplió. Además ciudad fría es una tierra que me inspira para escribir historias vividas e imaginadas en mi caminar.

Yo seguía con mi vida, las dificultades más me perseguían. Pero con pasos fuertes las alejaba, quiero sorprender a mi familia pues la gente me crítica por mi sencillez y confianza. Hay momentos en las que quiero salir corriendo pero una voz celestial se apodera de mi cuerpo. Porque yo soy dueña de mis sentimientos, pensamientos y decisiones del mundo moderno. 

Ciudad fría se presta para realizar sueños, es un batallón con un amplio conocimiento, conocer mundos de diferentes conceptos, pero así como es buena; también es traicionera en sus esquinas solitarias y  deambulan los escalofriantes vagos del pueblo.
                                             Redacción: Génesis Patricia Soler Gelves 
                                     


lunes, 9 de noviembre de 2015

ROMPA LAS BARRERAS





Muchas cosas pasan por mi mente, a veces no me reconozco a mí misma, quisiera salir corriendo y hacer muchas cosas que perturban mi imaginación. Pero creo que solo es un imaginario que se quiere aprovechar de mi inocente juventud.  Aquella niña noble y sencilla que recorre por la sabana de un municipio llanero; pequeño en el mapa y amplio en la estructura de la tierra campesina, tiene lugares de los cuales uno no querría irse, pero una vez fuera de ese mundo creado por un espejismo, todo cambia. Vuelve a empezar una vida renovada, nuevos sentidos,  diferentes sueños y nuevas metas.

Hay muchos lugares del mundo que desconozco, en el que deseo algún día visitar, disfrutar de nuevos horizontes y gozar de climas diferentes para llenar de satisfacción todo el esfuerzo que en mi juventud realice mientras lo conseguía.

En ocasiones siento una sensación extraña y quiero gritarla al aire libre, pero me da miedo, no sé si es correcto ¿Pero qué pasaría donde lo dijera? Yo sé que lo que estoy sintiendo es momentáneo, hace parte de la juventud. Pero me gustaría experimentarlo.

Siempre conozco gente nueva que me llenan de alegrías y de mucha intriga, quiero saber todo acerca de su vida en el pasado y del presente, ¿Qué hace? A ¿Qué se dedica? No todas las personas tienen algo interesante que contar pero sí algo que marco su existencia. Y es allá precisamente donde quiero llegar, seguramente por las tantas dificultades no logran confiar en nadie, pero soy un instrumento que se deja manipular fácil.

Es bueno salir de la rutina en la que nos encontramos a diario, creemos que todo  tiene un sin sentido, pero no es así. El hecho de tener vida; es la razón por la cual tiene sentido. Se cree que muchas veces el estar presente en otro lugar fuera del día a día es incómodo ¿por qué estamos aquí? empezamos a cuestionarnos a nosotros mismos al punto que nos hacemos daño; pero conocer, explorar, realizar, experimentar, reír al lado de otras personas es divertido, interesante y entretenido.

La lectura es sinónimo de la comprensión; al más leer más saber. Son una de mis frases poéticas de mi profesión, pero no hablemos de mí, hábleme de ti, si no fueras importante no te estuviera mostrando estas frases que salen de mi alma que quieren conquistarte.

Hay muchas cosas que quisiera contar, pero siempre hay un límite en donde se debe parar. ¿Para qué seguir? ¿A quién le importa? Solo sé que las cosas son pasajeras y no hay nada serió. 

Por eso hay que aprovechar, seguir, conocer, experimentar, somos jóvenes y la vida es un solo camino que trae diversidad de callejones. Los recuerdos permanecen aún en mi mente, me da risa acordarme, pero es una experiencia única que no quisiera repetir con los años. Solo pasó y nada más sucedió. El presente me golpeó y el futuro me trancó.
                                                                   Génesis Patricia Soler Gelves

lunes, 12 de octubre de 2015

CONEXIÓN EXISTENCIAL


La vida es un segundo, es como una gota de agua que al caer al suelo se revienta y pierde su figura.
Porque en la vida existen razones, luchas, muros, y entre otras que nos hace falta por mencionar. Al cerrar mis ojos me creo un imaginario real, donde me veo triunfar. Recorriendo un mundo sin barreras, sin leyes para llegar a lo más profundo. Todo es realidad. No hay llanto.

Abro mis ojos y mi realidad  es una cruel verdad, me pellizco y me duele, pensé que vivía en mi futuro. 

No todo serán obstáculos, porque cada dificultad nos hará más fuertes, así mismo al vernos al espejo vemos nuestro reflejo, es un motivo para darnos cuenta que la gente nos observa. Somos importantes para otras vidas, crean: chismes, historias y demás. Por lo mismo debemos luchar, sonreír y dejar para hablar. 

Todo hace parte del amor que sentimos por las cosas que debemos conseguir, por tal motivo no mirare hacia atrás para esperar nada de nadie, porque el pasado es como el viento, que viaja solo en algún momento, se pierde en un abrir y cerrar de ojos.

Hoy espero que nuestras letras, no las arrastre el tiempo. Quiero que las leas en medio de un incierto, para que recuerdes que el viento no se ha llevado estas letras unidas por un mismo sentimiento que se escribieron en cierto momento.

Viviré el presente, el instante y la acción. El futuro es importante yo no eh dicho que no, pero dejemos que las cosas fluyan y se construya con el tiempo.

Las barreras vienen con la vida, nada es fácil. Yo no escogí crearla pero si vivirla y triunfar la.
La vida es un segundo, disfrutas, mueres y dejas una huella.
  
                                                         Génesis Patricia Soler Gelves