domingo, 24 de septiembre de 2017

Para mi amante

Hay momentos en la vida donde es mejor callar, alejarse del mundo que  nos rodea, gritar para saciar nuestro dolor y hasta llorar para sentirnos serenos, dueños de sí, dentro de un mundo donde la libertad es injusta.

Disfruté, viví muchas cosas, experimente lo que un día no pensaba hacer, pero aquí estoy, luchando para surgir, estudiando para conocer lo que ignoraba, sacrificándome para satisfacer a los que amo; mi hijo que es lo que más adoro en mi vida, él es lo que soy, por él aguanto todo, por él lo hago, pero si no logras entender es muy difícil seguir contigo; entraste en un momento donde mi vida estaba devastada, necesitaba tomar otros aires, respirar y reposar el humo del cigarro en otro lugar, pero, cuando escribo estas líneas, me da sufrimiento con solo hacerlo porque debo dejar que te vayas, no debo cortar tus alas, vuela, se libre, siga recorriendo las calles de la ciudad en busca de alguien que te entregue lo que yo no pude hacer.

Muchas decisiones se toman en segundos cada mañana, esperando respuestas, consecuencias. Hay momentos en la vida donde olvidamos que también merecemos ser amados, sentir otra piel en nuestro cuerpo para olvidar la rutina y recordar que somos personas que sienten.

Sé que más adelante mi pequeño me juzgará por haberlo dejado como puede ser que me acompañe siempre y se sienta orgulloso de lo que soy porque estuve con él.

Teniendo en cuenta que a mi lado estaba alguien que no compartía su amor para conmigo, por eso te halle a ti, entregándome a un ser que me correspondió y que no supe si realmente me amo, así como te ame como antes no lo había hecho, amo vivir cuando estamos juntos, pero no puedo irme y desechar todo lo que he construido, sería egoísta. ¿Qué debo hacer? Olvidarme de mi hijo, fruto de un amor sincero y deseable en su momento que nació para disfrutar, explorar y vivir en un mundo no perfecto pero vivible.

Debo rehacer mi vida, tengo derecho ¿acaso no? Es complejo. Quisiera desaparecer y empezar de nuevo, pero, sí vuelvo en el tiempo, yo perdí, desperdicie mucha juventud sin ningún motivo real de las cosas y llore para decir hoy: ¡no! No quiero hacerlo de nuevo.

Te amo, pero mi amor es tan grande que puedo dejarte ir, ¡en la vida todo llega y todo pasa! surgir como lo he venido haciendo; vivo en la ignorancia absoluta, ese calor humano que me acompaña todas las noches, no existe, la sabana que me abriga esta fría, debo calentarla para que ella sepa que estoy ahí, el espacio de mi cama esta helada, al lado mío un cuerpo, frió que no me toca.

Pienso en ti; te molestas, me reclamas pero no sabes cómo vivo, cómo me siento, no me preguntas cómo amaneciste esta mañana al contrario me peleas porque dormí otra vez con esa persona que aborreces ¿acaso no hay una gran diferencia de descansar en el mismo lugar y aislados a dormir abrazados, arruchados y demás cosas que hacen dos enamorados? entonces ¿para qué seguir contigo si no confías en mí? Discusiones todos los días; sé que también tengo culpa, ¡te reclamo! Creo que es mejor cada quien siga su camino, y así no hacernos daño. Porque me hago daño, te hago daño, me haces daño, cuando me hablas en un tono que solo tú sabes hacer.

Momentos de angustia llegaban al tocar la puerta, me fijaba al espejo para tocarme, reconocer la hermosura de mi físico y decir: ¿Por qué soy infiel? ¡Mi pareja no lo merecía! Pero en mi casa estaba la mascota, mi hijo y la soledad. Un alma perdida en busca de amor, un amor a distancia que me entendió y me amo.

Escribes con besos y caricias el libro del amante, pasión y deseo cuando rozas mi jean, erizas mi piel morena, tus ojos brillan como el sol de una tierra llanera, me das hambre de ti, es una adicción que me llena cuando estamos aislados de la rutina que nos lleva. ¡Tropezamos pero gozamos, mi pareja no está dentro de mí, ahí está, aquí estoy; ese, es el error! 

Encuentro de labios, combinación de perfumes que se penetran sin querer en el olfato, el cambio de palabras en una noche, una tarde, una mañana, no importa la hora, el momento preciso es cuando se hayan dos cuerpos alejados de la verdad en que viven; irrumpe las miradas, la labia, el susurro al oído, los besos en el cuello, el palpitar de dos corazones que corren sin miedo, y con ganas de sentirse bajo la luz artificial o en la oscuridad de lo natural; lo importante son dos seres que se aman al estar.                                                             Redacción: Génesis Patricia Soler Gelves