Sus
labios tan suaves, su piel, tan no sé qué decir; es una combinación en el sabor
de tus labios y la aroma de tú piel. Sí, traes el recuerdo de ese momento tan
normal, único, arriesgado con un deseo de hacerlo, de tocarte y decirte tantas
cosas al oído pero una línea nos separa, alguien que interrumpe, un ser que está
cerca y entre su Tablet y los juegos esta la excusa de sentirnos, ¿qué hago si te tengo tan cerca? digo en voz
alta: ¡Quiero jugar con fuego!, su
voz dice: “¡El que juega con fuego se
quema (…)!” yo insisto ¡Me quiero
quemar!.
No
puedo controlarme, quiero tocarte pero debo intentarlo; es un gusto de años, un
sentimiento verdadero, esporádico y perfecto que llega en su momento.
Me
da risa pero no significa que me burle, no, es un ven y voy simple, me es
difícil soportarlo. Mientras te veo te sonrió, mientras estudio te olvido por
las cargas académicas, el compromiso que estrechamos con el YoYo y la humanidad
que confía en nosotros.
Te
lo he dicho ¡vente pa’ca! Pero siempre hay deberes. Por ti: una niña que
te espera todas las noches para dormir, desayunar, almorzar y lo más importante
de esa edad que le ayudes con las tareas. Por mi: la formación académica que no
me espera, es mi carrera, mi futuro, mi vida; sin embargo estoy imaginándote,
haciéndome la verdad que quiero contigo pero debo comprenderlo.
Cuando
una persona forma su hogar lo primero son sus hijos, el pan diario; ya no
piensa para uno piensa por ellos y
para ellos.
Yo
no pido que nos casemos ¡El destino
miente! Hay que vivir lo que se nos presenta, teniendo en cuenta que el
pasado es el presente que nos persigue y del futuro lo que forjamos hoy.
Quiero
o quisiera que estemos cerca no para mirarnos y aguantarnos las ganas de
besarnos, sino para que caminemos frente al aire que nos toca. Estamos en el
siglo XXI ¿por qué pensar en el mundo? No, no es justo, nada es justo, pero
lastimosamente esa es la vida.
Seamos
cómplices del tiempo, permanezcamos felices de lo que hacemos, no le de miedo hacer
las cosas. Todo en la vida son experiencias, anécdotas para nuestros hijos, amigos,
seguidores, y para mis lectores y para quien quiera escucharla. Somos el hilo
que cuidamos hasta donde la delicadeza pueda con ella; digo:¡es mejor morir de ilusiones!, tú voz
dice: ¡mejor morir de ilusiones y no de
decepciones!.
Entonces
si lo sabes ¿por qué no intentarlo? Tantas lágrimas hemos derramado. Me has escuchado en momentos de angustia
y dolor, he querido dejarme llevar por la amargura que invade mi corazón para satisfacer
ese deseo de tristeza, entonces, solo en ese instante no hay nadie importante.
Un clima tenso y solitario han sido los testigos de un sin sabor que no va con mi
personalidad. Tus palabras, esas que no esperaba leer o escuchar de nadie, pero
tú sin querer queriendo ahí estabas.
Te
he sentido e imaginado en la cama, llorando, lejos de todos; en la misma
circunstancia hemos estado, dándonos aliento y buscando el motivo de reír, y mira
aquí estamos otra vez no en el mismo lugar, pero tal vez en un mismo paradigma
de la vida; luchar, trabajar, sacrificar cosas más queridas para progresar.
Sonriendo
con el corazón hecho pedazos y los ojos aguados de tanto sentimiento encontrado
que llegan a nuestra memoria, a veces un sin ganas de continuar pero siempre un
objetivo que nos recuerda el por qué debemos seguir, un alguien, ese pedacito
que nos impulsa y dice que: la vida es bella, vives, mueres y dejas una huella.
Y
por muchas razones que nos marcan y tienen una lógica existente: ¡reír para vivir, llorar para gozar, caer para
saber que nada es fácil y que siempre la experiencia es más importante que el
habla del que vive cerca de mí; viviendo al ritmo del tiempo!.
Redacción: Génesis Patricia Soler Gelves
Redacción: Génesis Patricia Soler Gelves