lunes, 25 de junio de 2018

Dedicatoria a un amigo


Se escuchan voces, el narrador del futbol por la TV, el sonar del teléfono, las notificaciones del algún chat en el celular, el amigo que exclama en voz alta mientras ve el partido y yo frente al pc con un esfero en mi mano escribiendo sobre el papel.

Es posible que el guiño del destino me haya hecho una mala jugada, vivía al ritmo del tiempo mientras el día pasaba. Era el cuarto sábado del mes de junio cuando entraba la llamada de una de mis hermanas. ¡Vaya noticia la que me daba! Mis ojos arrojaron lágrimas, parecía muda, no tenía palabras, un pilar fundamental se ha caído.

Era la muerte de un ser especial, era mi mejor maestro, amigo y confidente. Encontraba en David Fernández Espinel, escucha y al final me hacía entender lo que no quería comprender por mi terquedad. Creo que lo estimaba tanto, que lo quería como un padre, incluso me consideró como una hija para él y siempre me ayudo a pararme firme ante las adversidades, diciéndome que: Calma Gene, calma. Dios tiene el control de todo. El que no valora hoy, mañana se queja. ¡Palabras sabias!

Traigo a la memoria momentos de cuando me quejaba porque sí me pasaban historias de terror… entonces las convertía en textos existencialistas, para que el lector gozará mis escritos. Cuando escribía un texto para la publicación de mi Blogger que llevaba como nombre: Momentos, le compartí una línea que decía: la vida pasa en segundos como el cronometro que no pausa; la juventud se va deprisa como el viento y precisamente es cuando empiezas a comprender que muchas cosas importan del resto.

Todo en la vida son momentos así digamos lo contrario, es como un pestañeo, pasa tan rápido que cuando abrimos nuestros ojos quedamos atónitos. Un nudo en la garganta es el mensaje de lo que vivimos. Muchas personas hoy lamentan este duelo, otras, ignorábamos la realidad en la que el profe David se enfrentaba cada mañana, dejándonos un vacío y así muchas situaciones diarias.

Recordar es vivir, ¿por qué no quedarnos con lo bueno que él nos brindó? Lo más bonito es reír; la sonrisa alegra el alma y rejuvenece el cuerpo físico.

Por eso quiero darle gracias a Dios y Padre nuestro por haberme permitido conocer, compartir y aprender de un ser incondicional, pocos como él.

A sus familiares que el tiempo de Dios es perfecto y que vivimos en un mundo donde adaptarnos es más fácil que llorar. Manteniendo en nuestra memoria el reflejo de su caminar.
                        
                             Calma, calma Dios tiene el control de todo…         
                                                               ¡Génesis Patricia Soler Gelves!


viernes, 4 de mayo de 2018

Realidades Inesperadas


Muchas personas parecen un paradigma sin salidas, otros no hallan el sentido para continuar, dejan de luchar, se encierran como mentes indispuestas creyendo que la tristeza va consigo, hace parte de su sentido de convivencia, pero al final no ayudará…

Convivir es un viaje que cambia cada mañana, cuando despiertas de repente se han esfumado los momentos experimentados del ayer, sólo quedan como recuerdos de un ser existente como tú y yo. ¿Quizá después encuentras explicaciones para comprender el presente? Dejas pasar el tiempo creyendo que descubres nuevas situaciones del mundo, ahí te das cuenta del pasar del día, su color gris. Tus amigos se entretienen, los vecinos no están, tus queridos se portan mal contigo, te preguntas ¿por qué?, no tenías respuestas, sólo acciones que dieron a conocer un ambiente triste y.… decepcionante.

No creas que las familias armoniosas son perfectas frente a este mundo a veces desconocido, donde las cosas cambian rápidamente luego de un tiempo al retomar su lugar, preguntas ¿por qué? ¿Suponer sean pruebas? Nuevamente preguntas ¿por qué? Hoy tu vida sigue, no es un desastre, mejor no lo pienses porque aprendes a tratar de hacer las cosas bien o mal, pero recuerdas que donde convives es decisión tuya ser tú. Por derecho aquí todo es permitido; las acciones benéficas, incluso los daños.

Ahora llega un pensamiento que invade mi imaginación, me quita el descanso, mi concentración de repente desaparece, sólo lloro, me siento “sola”, a solas, a la vez sin estarlo vuelvo a sentir un vacío existencial, un nudo en la garganta con ganas de hablar.  Comprende que, si te ha pasado similar a mí, entérate hoy que no existe la soledad, cree esta verdad si miras más allá de problemas, miedos, así enfrenta cualquier situación en compañía, con nuestro llanto sin hoy auto controlar lágrimas. 

No detengas tu vida y sigue avanzando.  Este  presente es tuyo, donde si te levantas aún; pregúntate para qué desistir o  apoyar la tristeza, ese incorrecto hábito de volverlo soledad, como si existiera, cuando estar aislados, un momento sin nadie a tu lado es diferente, por ejemplo  mirando  la naturaleza sin compañías no es  estar en soledad, es imposible por más que te encuentres en cuatro paredes, porque si  vuelves a mirar todo lo que te rodea, hay más posibilidades para  salir,  descubrir  realmente la razón de tu existencia,  en este instante  te das cuenta que posiblemente eres una persona pensante por segundos ante nuestra sociedad,   además aceptable como cualquiera  porque todos los seres  expresamos emociones y argumentos  libres, no… absolutos.  

A veces escribo para reunirte palabras que describen este sentimiento de dolor repentino en mi pecho, justo en el latir de mi corazón cuando no recibes amor por alguien que dice convivir cerca de ti. ¡No te vayas de ti! ¡Huye si toca! Recuerda, de ti no podrás alejarte ni ser soledad. Deja que tu esencia al ser tú cada día crezca más.
                                       Redacción: Génesis Patricia Soler y Lisbeth Zárate