lunes, 29 de agosto de 2016

Una mirada a lo cotidiano

En Colombia como en todos los lugares del mundo pasan cosas impresionantes todos los días. cuando despertamos y encendemos el televisor para fijar la hora y no llegar tarde a la clase, nos damos cuenta de las múltiples noticias y hechos que suceden en todo el mundo, no solo en nuestro país, una tierra de progreso y de diversidad cultural, donde el turista que llega no quiere irse jamás. Producimos arroz, yuca, plátano, naranjas, mangos, entre otras frutas y verduras. También tenemos y estamos rodeados de personas que les encanta el deporte, grandes colombianos han sido una figura inolvidable en las mentes de los habitantes del tricolor; desde niños, jóvenes y adultos que nos han representado, y han hecho un excelente trabajo, cosas que para otros son “nada” y para otras son todo. 

Familias orgullosas del esfuerzo que sus miembros realizan y sentido de pertenencia para los que amamos nuestro país, pero como todo no es tan perfecto y no brillante ante los ojos de los demás, tenemos que reconocer que en este bello mundo donde familias de la pobreza extrema han salido para surgir y cambiar la vida que tenían en el pasado, así mismo vemos que pasan muchas cosas que nos dejan en ocasiones marcados, no solo nosotros, sino la imagen de donde vivimos, Colombia.

Una tierra de oportunidades que permite realizar los sueños propuestos de cada ser, pero para hablar de las cosas bonitas que tiene nuestro país nos quedaríamos cortos, pues son temáticas muy amplias las que tendría que describir, pero quiero hablar precisamente de las injusticias a las que somos sometidos muchos de los habitantes de esta hermosa y encantadora tierra colombiana; es básicamente decir: tantos animales sin un techo, si una familia. 

Entonces, actualmente nos encontramos con el proceso de paz, una negoción que pemitira mejoras en la calidad, una vida digna para esos niños y familias que fueron víctimas de la violencia, y también, felicidad, volver a sus fincas. ¿Por qué no hablar de este tema? todos sabemos que nadie en un secreto que aquí, en nuestro país y en otros también hay grupos al margen de la ley y siempre dicen “en Colombia hay mucha violencia”, pero entre risas cuando escribo este texto digo: ¿de qué nos señalan, si paramilitares, guerrilleros, y otros vándalos que hacen daño a familias inocentes están en cualquier parte del mundo? O ¿es qué acaso nuestra tricolor es la única flor del valle que tiene que ser juzgada?

Es cierto que en todo gobierno hay falencias, pero ¿es el presidente o es el grupo de trabajo con el que está rodeado? ¡Hay cosas que se les salen de las manos, seguramente! Pero ¿por qué cuando hay problemas el gobierno quiere manipular todo con el poder, por qué no busca soluciones rápidas que generen beneficios y prosperidad para la nación? A finales del mes de junio cuando hubo el paro camionero que fue a nivel nacional, casi 47 días, donde los trasportadores unidos cesaron sus actividades laborales porque no estaban conformes con la ley del gobierno, la chatarrización; una locura mental para estas personas, es el sustento que han llevado durante años a sus casas y el único trabajo que han tenido hasta su existencia. 

Entonces vuelvo y digo, escribiendo en mi redacción de amor por el deseo que hay en mi corazón al escribir para el lector, existen diversas problemáticas en Colombia y en el mundo, pero son problemas que le corresponde al gobierno solucionar, es decir, los principales afectados en el paro camionero fuimos nosotros, gente del común y personas de mejores clases sociales, el comercio propio. 

Y así, hay tantas cosas que pasan, como la educación ¿Dónde está la prioridad? Por qué se ausenta el gobierno, le dan importancia a las cosas cuando ven que la situación es crítica ante los ojos de los ciudadanos.  El poder político es tan grande que el uso está siendo explotado y buscando el bien propio.

Si pasamos hablar acerca de lo que estaba pasando en la región de Chocó, una región “pobre” ante los ojos de los pobladores, aunque para algunos habitantes de allí, es una región que vive de la explotación minera, tiene su propia economía, pero manipulada y censurada por la mafia, por grupos terroristas.  Donde no se permite trabajar legalmente, sino que todo es controlado por estos “inhumanos” que agobian la estabilidad de las personas.  “No todo es como lo pintan” siempre ha sido así, y no solamente pasa en Chocó sino en distintas zonas del país. 

Con todo esto del paro, líderes y habitantes reclamaban al Estado derechos: vías, educación, buscar soluciones a la corrupción local que existe, pero como consecuencia de esto no se sientan a negociar o a escuchar qué es lo que pasa si no que dejan que pasen días para buscar posibles soluciones ¿entonces qué hace la gente? Realiza paros, protesta y por último, se van a las vías de hecho porque es así como el gobierno por fin les da una mirada a estas problemáticas. ¿Pero ellos qué hacen? realizan acuerdos y se comprometen, pero pasarán meses, tal vez años, y puede ser que cumplan como también puede quedar en el olvido, simplemente porque en ese entonces se reconoció “algo” y la gente quedó contenta.  

Entonces a mi modo de ver, es básicamente decir: la violencia está en todas partes, la estabilidad social está en todas partes, los compromisos siempre están ¿y nosotros cómo quedamos? Un interrogante que tendrá respuestas. La política y el poder van de la mano y grandes cosas se pueden llegar a hacer, pero sino, ambicionamos al dinero, y lo que buscamos es ayudar y conformar un mejor país se puede lograr el cambio, pero si seguimos haciéndonos o eligiendo personas que lo que buscan es mejorar su condición social y económica nunca podremos disfrutar de lugares, zonas, regiones y departamentos bien posicionados sin tanta jerarquía.


                                                Redacción: Génesis Patricia Soler Gelves



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