viernes, 6 de marzo de 2015

UNA FAMILIA REVIVE EL AYER




En una familia vivian tres personas los cuales cada uno realizaba sus actividades. Juan había escuchado por la televisión lo que decían acerca de “¿Por qué las civilización ha destruido los adelantos de la fantasmagoría y ha comenzado sin darse cuenta la egolatría?”. Una noticia que lo dejo muy sorprendido.

Su padre, Iván. Se dirigía para su casa, estaba muy feliz porque después de mucho tiempo no había estado cerca de su familia, debido a su trabajo. La falta de tiempo, lo alejo un poco. Quería visitarlos y sacarlos de campo, tenía muchas aventuras, planes para realizar en familia. Lo cual género gran felicidad en su casa. En el transcurso del camino se estaciono en una abacería. Reviso las llantas si estaban bien de aire, mientras él se acacho para revisar el carro, se le rompió una parte del pantalón, lo que género  preocupación. Necesitaba de un alzapón.

Por otra parte su esposa e hijo estaban en casa esperando que la llegada fuera rápida. Mariela tenia larvado por verlo, acariciarlo y besarlo. 

Todo pasaba tan rápido que el tiempo no se hacia esperar. Juan por su lado empezó a buscar un lugar de campo, quería que su familia la pasara diferente del entorno en el que se encontraban siempre. Luego de una racha Juan le propone a su madre salir a buscar el mejor vino para celebrar la bienvenida de su padre. Se encuentran con un peaje ignoto, Mariela exclama ¡Vaya, vaya, Juan mira lo que nos hemos encontrado! El auxiliar del mismo, estaba ocupado recibiendo una llamada telefoníca, tanto así que no atendía a los usuario que estaban es espera. Juan hacia histrión. Después de mucha espera, se encuentran con una tienda de vinos, son atendidos por una persona hidalguía.

 Llegan a la casa y preparan todo para recibir su visita,  felicidad muestran  en los rostros de sus amados. Mientras Iván llegaba al hogar. Juan, su hijo dialogaba con su madre acerca de la historia de amor que construyeron para traerlo al mundo. Eran muchas preguntas que Juan generaba a la vez, Mariela no sabía cuál responder primero, si la del primer beso juntos o la de ¿dónde se vierón por primera vez? Ella mostraba en su rostro felicidad y gracia del recuento que su hijo preguntaba.
Un fuerte ruido llego a la conversación, era el esposo y padre quien había llegado. Una vigorosa carcajada floto del rostro de Juan, la razón por la cual corrió para buscarlo. El momento esperado al fin se hizo realidad.

Iván había traído diferentes dádivas a su familia, su esposa le dijo una dulce frase en el oído “Que rico que al fin haya llegado, estoy muy contenta de tenerte nuevamente en casa, te tengo un regalito para que destapes por la noche”. Una sensación que altero las ganas de llamar la noche.
Entre todo la celebración se realizó, disfrutaron de la compañía mutua por la familia, para Iván, Mariela y Juan fue como si volvieran a revivir el pasado, una familia que estaba siempre cerca, compartían de los fines de semana. Hacían empijamadas y entre otras actividades que irradiaran felicidad en el núcleo familiar.                                                                                                                                                   Génesis Patricia Soler Gelvez           

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